FUNCIONES DEL SISTEMA INMUNITARIO
El sistema inmunitario reconoce, ataca y destruye los elementos externos al organismo.
El sistema inmunitario tiene 2 amplias funciones, la inmunidad innata (natural) y la adaptativa (adquirida) ambas trabajan conjuntamente.
La primera es la responsable de atacar los organismos que entran en nuestro organismo mediante distintas barreras:
- barreras estructurales o físicas (piel, mucosas, )
- barreras químicas (PH de los fluidos corporales )
- células fagocíticas
Si hay fallo en los sistemas innatos, la infección activa los sistemas adaptativos. Se ayuda por la adquisición de receptores de los linfocitos-T y los linfocitos-B que reconocen las moléculas extrañas denominadas antígenos (generando una memoria específica que capacita el sistema inmunitario )
Vamos a ver que le ocurre a nuestro cuerpo cuando se encuentra invadido por un cuerpo extraño y como se protege antes estos microrgánismos llamados bacterias, hongos y virus, si aún no lo has hecho muy recomendable el programa «Erase una vez la vida».
En el primer encuentro con cualquier antígeno causa la respuesta inmune primaria a ese antígeno. Después de varios días, los clones de los linfocitos seleccionados por el antígeno se multiplican y se diferencian, para llegar a transformarse en células efectivas para atacar el cuerpo extraño. Tras varios días los estos anticuerpos aparecen en la sangre. Mientras y durante esos días, el organismo patógeno puede entrar en nuestro cuerpo y multiplicarse hasta provocar una enfermedad.
Una segunda exposición al mismo antígeno incluso años después, produce una respuesta secundaria mucho mayor, más fuerte y más rápida. Esto depende de la memoria celular producida con las células efectoras en la respuesta primaria. Estas células de memoria pueden durar décadas, en un segundo ataque estas rápidamente se multiplican y se diferencian para crear células efectoras y más anticuerpos. (la inmunidad al antígeno ha sido adquirida ).
Muchos patógenos o virus sólo pueden producirse en las células del organismo huésped .
Enfermedades más comunes en deportistas
Aunque aún es tema de debate, sí los deportistas están expuestos a contraer más enfermedades que las personas que no práctican deporte, veamos en esta artículo cuales son las enfermedades más comunes en deportistas y como podemos evitarlas o reducirlas.
Las enfermedades del tracto respiratorio superior ITRS, causadas por un virus son enfermedades más comunes entre los deportistas y la población en general. Las enfermedades de la vías aéreas no infecciosas pueden producirse por inhalación de aire fresco, seco o contaminado. Infecciosas o no, pueden provocar que el deportista baje su forma física y le impida practicar entrenamientos de alta intensidad o competiciones. Otras enfermedades asociadas son la deshidratación, la gastroenteritis o diarreas.
Factores que más influyen:
Ejercitarse en episodios prolongados y continuos (90 minutos) ha demostrado depresión transitoria del sistema inmune con el consiguiente deterioro de las defensas.
La nutrición inadecuada, el estrés psicológico, la falta de sueño pueden disminuir y suprimir la inmunidad.
Durante el ejercicio la exposición de los pulmones a bacterias y a los virus del aire aumenta a mayor velocidad. La aparición de síntomas en deportistas puede ser multifactorial.
Otras patologías comunes son las que afectan a la piel, el tracto digestivo y el sistema genitourinario
Nutrición y sistema inmune en deportistas
Las malas prácticas nutricionales pueden contribuir al deterioro de la inmunidad .
Los protocolos alimenticios se centran alimentos con mucha grasa animal, los deportistas reducen el consumo de vitaminas y AG esenciales. Lo cual puede ser prejudicial a la larga para la salud de nuestro sistema inmune.
Los déficit o excesos de varios componentes de la dieta ejercen un efecto sustancial sobre la función inmune, lo que puede exacerbar la inmunodepresión asociada a grandes cargas de entrenamiento.
Los nutrientes están implicados en el metabolismo energético y la síntesis proteica. Un déficit nutricional tiene un efecto directo en la actividad del sistema inmune y tiene un efecto directo en la producción de leucocitos.
Dietas bajas en CH unidas a ejercicio intenso y prolongado durante varios días la respuesta de la hormona del estrés es mayor que en dietas altas en CH o nomales.
Un deportista debe aportar un 20% de su ingesta energética en forma de grasas, siendo un 20% o 35% de la ingesta total diaria.
Es importante el tipo de grasa dietética consumida. Siendo las saturadas recomendables consumir en un 10% del total diario. Siendo las grasas más recomendables las AG esenciales Omega3 y Omega6 y los derivados del ácido linoleico.
En algunos estudios han demostrado que una dieta alta es grasas puede ser más perjudicial para el deportista que una dieta alta en CH, pero no esta muy claro si esto se debe al exceso de grasas o a la baja de CH.
La ingesta inadecuada de proteína empeora la inmunidad del receptor. Un efecto común es la atrofia común del tejido linfoide. Ya hemos comentado en anteriores ocasiones que un deportista tiene unos requerimientos protéicos mayores que una persona
Además se incluye un deterioro de la función celular fagocítica, disminución en la producción de citoquinas y la reducción de la formación del complemento. Es difícil llegar a este punto en deportista pero sí pueden observarse deterioros de los mecanismos de defensa .
El exceso de proteína dietética también es perjudicial para la función inmune.
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10 recomendaciones para prevenir enfermedades en deportistas
- Los deportistas pueden reducir el riesgo de sufrir infecciones adoptando prácticas nutricionales adecuadas, reduciendo el estrés en la vida, manteniendo una buen higiene, obteniendo un descanso adecuado y espaciando las sesiones de entrenamiento prolongado y las competiciones tanto como sea posible.
2. Algunos suplementos incluidos los probióticos, los polifenoles de las plantas o el calostro bovino, pueden favorecer la inmunidad y reducir el riesgo de infección si se toman con regularidad y en dosis suficientes.
3. El consumo de megadosis de vitaminas individuales es más probable que sea perjudicial que beneficioso. La suplementación con vitamina D es la excepción sobre todo durante los meses de invierno.
4. No se recomienda el consumo de suplementos antioxidantes, estos se deben obtener a partir del consumo de frutas y verduras.
5. La ingesta adecuada de hierro, zinc y vitaminas B siempre a través de la alimentación.
6. Los déficit proteicos y de micronutrientes específicos se asocian a disfunciones inmunes.
7. Un deportista que ejercite un vaciamiento de CH o un consumo bajo de CH prolongado en el tiempo, experimentará durante más tiempo un incremento de las hormonas del estrés y perturbación del nivel de inmunidad.
8. La fatiga prolongada e intensa se asocia con numerosos cambios hormonales, con efectos negativos en la función inmune, nutrición inadecuada más ejercicio intenso puede ser una combinación muy perjudicial.
9. Consumir CH durante el ejercicio, atenúa la elevación de hormonas del estrés como el cortisol y aumenta el grado de inmunodepresión inducida por el ejercicio.
10. Obteniendo un descanso adecuado y espaciando las sesiones de entrenamiento prolongado y las competiciones tanto como sea posible, se reforzará nuestro sistema inmune.